Cuando hablamos de Google y privacidad, usualmente pensamos en el buscador. Sin embargo, esta empresa ofrece una gran cantidad de productos y servicios, que le permiten conocer hasta tus entrañas (Infografía).
Mediante el buscador, Google conoce las temáticas que te interesan, las webs que visitas, de cuales «rebotas» (entras a ellas y a los pocos segundos regresas al buscador, lo que indica que no encontraste lo que buscabas), etc. Pero, no puede saber lo que haces dentro de las webs que visitas.
En cambio tu navegador (Chrome, Firefox, Explorer, Safari, Opera, etc.) no sólo podría registrar todos tus clics, sino también la información que colocas en los formularios. ¡Podría tener acceso a datos personales como nombre, dirección, fecha de nacimiento, tarjetas de crédito, cuentas bancarias, etc.!
Las condiciones del servicio de Google Chrome (este enlace sólo funciona en Chrome), en su apartado «6. Información personal y privacidad» redirige a los avisos de privacidad de Chrome y Google e informa que debes aceptar el uso de tus datos de acuerdo con la política de privacidad de Google.
Ambos documentos son bastante largos y confusos. Pero, en pocas palabras, al usar Chrome, le concedemos a Google el derecho a registrar todo lo que hacemos en Internet (aunque, al parecer, podría haber algunas excepciones).
Mi situación personal
Antes de iniciar el Reto #SMMDay 2016, utilizaba Chrome como navegador principal, tanto en el escritorio como en mis dispositivos móviles. En el escritorio, además, lo usaba como navegador secundario (principalmente para gestionar las redes sociales de mis proyectos, sin la incomodidad de tener que cerrar las cuentas personales).
En los dispositivos móviles (smartphone y tableta) también lo usaba como navegador principal.
Sin embargo, como desarrollador web, me veo en la necesidad de mantener instalados los navegadores mas populares y utilizarlos, al menos, para verificar que las webs que produzco funcionan correctamente en todos ellos.
Actualmente, Chrome es el navegador mas utilizado, por lo tanto, la opción de abandonarlo, no es viable para mi. Así que me planteé como como objetivo dejar de utilizarlo como navegador principal.
Opciones
El navegador a utilizar debería cumplir con las siguientes condiciones:
- Su política de privacidad debería ser mas clara y respetuosa con el usuario que las de Chrome y Google.
- Debería ser uno de los mas utilizados (Chrome, Explorer o Firefox). Ya que no es razonable que la primera prueba de cada trabajo, se realice con un navegador secundario.
- Preferiblemente software libre. Al estar el código disponible al público y, sobre todo, a la comunidad de desarrolladores, cualquier violación a la privacidad de los usuarios, es rápidamente detectada y denunciada.
- Debe contar con la función de sincronización y, al menos, con versiones para Windows, Linux y Android. De modo que pueda moverme de un dispositivo a otro, manteniendo los marcadores y, de ser necesario, también las pestañas e historial (usualmente, esto implica que los datos deben almacenarse en los servidores de la empresa, por lo tanto, representan un riesgo para la privacidad).
El único navegador que cumple con todas estas condiciones, es Mozilla Firefox: su política de privacidad es breve, fácil de entender y muestra una clara intención de adaptarse a la legislación europea sobre protección de datos personales y es el único que utiliza una licencia de software libre.
Ventajas obtenidas al cambiarme Firefox
Además de los aspecto de privacidad, Firefox me ofrece los siguientes beneficios:
- Mejor manejo de pestañas: Tengo la (mala) costumbre de mantener docenas de pestañas abiertas. En este sentido Firefox ofrece varias ventajas sobre Chrome:
- Grupos de pestañas. Tengo uno para cada proyecto. De esta forma, en un momento dado, sólo tengo visibles las pestañas fijas y las relacionadas con ese proyecto.
- Al iniciarse sólo carga las pestañas fijas. El resto se activan al seleccionarlas. De esta forma arranca mucho mas rápido y ocupa menos memoria.
- Versión para desarrolladores: Esta versión cuenta con las herramientas básicas para desarrollo web, lo que mejora el rendimiento y la privacidad (este punto lo explicaré mas adelante).
- Personalización: Firefox ofrece mayores facilidades para organizar su aspecto, sin necesidad de extensiones.
- Almacenamiento de datos en tu propio servidor: Si tienes los conocimientos técnicos necesarios, puedes configurar Firefox para que los datos que se sincronizan (historial, marcadores, etc.) se almacenen en tu propio servidor web. De esta forma mantienes los datos bajo tu control.
Desventajas de Firefox
- Ciertas extensiones sólo tienen versión para Chrome.
- WhatsApp Web sólo funciona en el navegador de Google (me encantaría dejar de usarlo, pero muchos de mis contactos lo usan como único medio de comunicación).
- No cuenta con el Administrador de Tareas de Chrome, que permite conocer y cerrar las pestañas que están usando mas recursos.
Navegador Secundario en el Escritorio
Las primeras 2 desventajas que mencioné de Firefox son importantes.
La primera me obliga a prescindir de ciertas extensiones y la segunda a desatender WhatsApp o a levantar las manos del escritorio con frecuencia y escribir en una pequeña pantalla, en lugar de hacerlo en el teclado del ordenador (para atender el resto de las notificaciones utilizo Pushbullet).
Por estos motivos, decidí mantener Chrome como navegador secundario. En este navegador no inicio sesión (lo que limita sus posibilidades de identificarme). Sin embargo, ocasionalmente uso las cuentas en Google de algunos de mis proyectos (nunca con la cuenta personal).
Extensiones
Las extensiones tienen acceso a toda la información que maneja el navegador, convirtiéndose en un riesgo importante para nuestra privacidad y seguridad.
Por ese motivo, instalé en Chrome la mayoría de las extensiones que utilizo. Además procuro mantenerlas desactivadas cuando no las estoy utilizando. Dejando en Firefox sólo aquellas que requiero en el navegador principal (PushBullet y Hootsuite).
Esto significa que Google y los fabricantes de estas extensiones podrían rastrear mi actividad en Chrome. Es decir, las webs que visito para el desarrollo de ciertos proyectos, pero no las que utilizo con fines personales.
Navegador en el SmartPhone
En el móvil, debido a las mayores funcionalidades que nos ofrecen las Apps, el uso del navegador usualmente se limita a aquellos casos en los que no tenemos una aplicación específica. Pero aún es una herramienta indispensable.
Aquí Firefox no ha logrado ocupar el lugar destacado que tiene en el escritorio. Tiene tan pocos usuarios, que muchas veces ni aparece en los rankings.
Intenté usarlo en varios dispositivos, pero frecuentemente presenta problemas para cargar las páginas, incluso aquellas que había cargado correctamente en el pasado. Además, a diferencia de de otras opciones, no muestra correctamente ciertas webs, que no están adecuadamente diseñadas para los navegadores móviles.
Así que decidí retomar un producto que, desde hace años, ocupa un pequeño pero destacado lugar en los dispositivos móviles: Opera.
Es un navegador rápido y ligero. Además, cuenta con Opera Turbo, el cual funciona de forma similar al Economizador de Datos de Chrome, disminuyendo el consumo de datos y acelerando la navegación, especialmente en conexiones lentas. Con la ventaja de que se puede activar/desactivar fácilmente desde el menú principal.
Mantuve Firefox como navegador secundario, lo que me permite consultar las pestañas y el historial del navegador principal desde el móvil. Así mismo, me permite enviar pestañas desde Opera (o cualquier otra aplicación) al Firefox del PC, utilizando el botón de compartir.
Desinstalé la actualizaciones de Chrome y lo inahbilité (para desinstalarlo debes tener el móvil rooteado).
A pesar de que Opera tiene pocas opciones de configuración, no prácticamente no he perdido ninguna funcionalidad importante con respecto a Chrome. Al contrario, he ganado unos cuantos megas de memoria libre.
Por poner algunas quejas mencionaría lo siguiente:
- El botón de compartir no recuerda la última acción, lo que me obliga a buscar a PushBullet (o Firefox) cada vez que deseo enviar una página al escritorio.
- Chrome está mejor integrado con las apps: Si presionas un enlace que puede ser consultado en una app Chrome abre la app, Opera no siempre lo hace; y si llegas al navegador por un enlace en una app, el botón de volver de Chrome te lleva de nuevo a ella, el de Opera requiere un clic adicional y, a veces, falla.
La Tableta
En mi casa las tabletas han fracasado.
De tener una para cada uno, hemos pasado a tener una para uso común (la lectura diaria de mi hija, escuchar música, transmitir contenidos a la pantalla de TV, revisar las ofertas de tiendas online). Usualmente hay que buscarla en la sala o en el baño.
Las únicas aplicaciones que podrían considerarse «privadas», dentro del entorno familiar, son mi lector de feeds (que sólo refleja los blogs que leo regularmente) y PushBullet (configurado para que no reciba las notificaciones del móvil).
Esta tableta usa una cuenta «ficticia» de Google, lo que me permitió instalar Chrome como navegador principal, sin un efecto directo sobre la privacidad (otro asunto es que mediante la IP, el comportamiento, etc. Google pueda relacionar esta tableta conmigo).
Sería muy sencillo utilizar otro producto como navegador principal. Pero, debido a mi profesión, debo mantenerme al tanto de las novedades del producto líder, usándolo, al menos, ocasionalmente.
Como navegador secundario, instalé Dophin, ya que he observado que permite reproducir los vídeos de ciertas webs que no funcionan correctamente con otros navegadores móviles.
Conclusiones
Considerando que, como desarrollador web, debo mantener y utilizar Chrome regularmente. Pienso que, en este aspecto, he cumplido con el objetivo de abandonarlo.
Únicamente lo mantengo como navegador secundario, y sin abrir sesión, en el PC; y como navegador principal en una tableta de uso compartido que usa una cuenta de Google ficticia, lo que me permite realizar pruebas y mantenerme al tanto de las novedades que pudiera ofrecer.
Nota Final: Chromium
Una opción interesante para los fanáticos de Chrome que estén preocupados por su privacidad, es utilizar Chromium. Este es un navegador open-source en el cual está basado Chrome.
Se diferencia de su hermano mas conocido en que el código está disponible al público y no incluye ciertos complementos (como Flash) cuyo código es privativo.
Aunque la política de privacidad es la misma, el hecho de que el código sea público, limita la posibilidad de que se registre la actividad del navegador.
En varias ocasiones, la comunidad ha detectado código sospechoso, que luego se ha eliminado de Chromium, pero no hay forma de saber si se ha mantenido en Chrome.
Yo descarté esta opción debido a que el proceso de actualización no es automático ni tan sencillo como debería
Excelente artículo David. Saludos
¡Gracias César!