Los precios no afectan únicamente las ventas y beneficios. Si no se fijan adecuadamente pueden alterar la estrategia general de la empresa.
En la fijación de precios tomamos en cuenta el valor de nuestra oferta, la competencia y los costes.
Pero, en muchas ocasiones, olvidamos que el precio al cual vendemos nuestros productos no afecta únicamente las ventas y beneficios.
Si no se fijan en forma adecuada, pueden alterar la estrategia general de la empresa:
- Cuando deseamos incrementar nuestra cuota de mercado, los precios altos pueden resultar contraproducentes; aunque ofrezcan beneficios a corto plazo.
- Si deseamos que el cliente perciba un alto valor en el futuro, ofrecer precios bajos, no justificados, generará una percepción de mala calidad, que puede ser difícil de superar.
- Hay productos que tienen una importancia estratégica. Bien sea porque le dan fortaleza a la cartera, incentivan la compra de otros productos o limitan el acceso de la competencia a nuestros clientes. En estos casos, el criterio estratégico puede ser incluso mas importante que el de costes.
- Debido a sus objetivos generales, estructura de costes, expectativas de sus accionistas u otros factores, nuestra empresa puede tener unos criterios de rentabilidad que limiten por arriba y/o por debajo, los márgenes de beneficios por producto.