Cuando hablamos de innovación pensamos en productos «rompedores» como el iPhone o el Walkman, en hombres geniales como Thomas Edison y Henry Ford, o en enormes inversiones en I+D, que sólo están al alcance de las grandes empresas.
Sin embargo, la mayoría de las innovaciones consisten en pequeñas mejoras, que rara vez son mencionadas por los grandes medios; las personas que mejor conocen las necesidades de tus clientes y las potencialidades de tu empresa, son tus empleados. Sólo necesitan un poco de ayuda para dar rienda suelta a su imaginación y a su capacidad de generar ideas ajustadas a los recursos disponibles.
Innovar consiste en desarrollar e implementar nuevas ideas, que mejoren el funcionamiento de nuestra empresa.
Estas ideas pueden cubrir diversas áreas de la empresa:
Hablamos de innovación en producto cuando ofrecemos al mercado un producto (o servicio) significativamente mejorado o tecnológicamente nuevo (por sus características o por los usos propuestos).
Es importante mencionar que nos referimos a nuestro mercado, no al mundo entero. Si nuestros clientes son los vecinos del barrio, al ofrecerles un producto o servicio que sólo está disponible en otras poblaciones, estamos innovando.
La innovación en procesos consiste en adoptar medios de producción nuevos o significativamente mejorados. Es decir, en modificar la forma como producimos los productos o servicios que ofrecemos a nuestros clientes.
Esta mejora puede generar ahorros en costes de producción, mejoras en la calidad de producto, disminuir los tiempos de entrega o ser necesaria para desarrollar nuevos productos.
También podríamos modificar la forma como se organiza o se gestiona nuestra empresa. La innovación en organización puede permitirnos un mejor aprovechamiento de los recursos humanos, mejorar los controles y/o incrementar el nivel de satisfacción en el trabajo de nuestros empleados.
Y, finalmente, podríamos innovar en comercialización o marketing. Cambiar la forma como ofrecemos nuestros productos y servicios podría potenciar la ventas. Los cambios en el empaque o medios de entrega, la implementación de una tienda virtual, ofrecer el producto a un mercado distinto, son opciones muy interesantes para fomentar el crecimiento empresarial.
Muchas de las posibles mejoras en procesos, organización y comercialización, ya están siendo aprovechadas por tu competencia y empresas similares a la tuya. Si tu no implementas algunos cambios, tu capacidad para permanecer en el mercado disminuirá.
¿Cuánto me cuesta innovar?
La innovación consta básicamente de tres fases: La generación de ideas, la evaluación y la implementación.
La primera es la que, a priori, parece mas costosa, ya que se requiere la participación de un grupo de expertos y desconocemos el potencial de las ideas que se generarán.
Mi propuesta es que contrates a los mejores expertos a tu disposición: Tus empleados. Realiza una reunión de una hora al final de cada semana (o de cada mes). Con unos bocadillos, un ambiente informal y, muy importante, un conjunto de objetivos (cada vez mas específicos) y una metodología para lograrlos.
¡Pronto verás como empiezan a surgir nuevas ideas!
Hay muchas metodologías para estimular la generación de ideas. Para empezar te propongo la conocida como 6-3-5 Brainwritting, que consiste en reunir a 6 personas y pedirle, a cada una, que escriba en una hoja 3 ideas en 5 minutos. Luego, cada uno pasa la hoja al compañero de al lado y se repite el proceso (así cada uno puede ver algunas de las ideas que han escrito sus compañeros y utilizarlas como inspiración).
Finalizado el proceso, se habrán registrado 108 ideas. La mayoría no serán viables, pero recuerda que sólo necesitas UNA.
En las próximas reuniones, utilizando otras metodologías (de las cuales hablaré en otro artículo) podrás ampliar la lista o enfocarla hacia las ideas mas interesantes.
El costo de la evaluación y la implementación dependerán de las ideas generadas pero, si surgen buenas ideas, con potencial para cubrir sus costos y generar beneficios, estoy seguro que no tendrás inconveniente en invertir en ellas.
Las ideas se atraen entre sí, pero las críticas les asustan.
Tal vez habrás observado que, cuando un grupo se enfrenta a un problema complejo, generalmente cuesta empezar a encontrar soluciones. Pero, en cuanto alguien hace una propuesta preliminar (buena o mala), empiezan a surgir las ideas una tras otra. Algunas basadas en la propuesta original y otras totalmente dispares.
En ese principio se basan el Brainwritting, la Tormenta de Ideas y otras metodologías para generación de ideas: En las hojas de Brainwritting no hay espacio para opinar sobre las propuestas de los demás (ni tiempo para hacerlo oralmente) y la Tormenta de Ideas tiene como regla fundamental aplazar el juicio.
Esta norma debe dejarse muy clara a todos los participantes y, como organizador, debes recordarla cada vez que sea necesario.
Mas aún, si deseas que tu empresa sea innovadora, esa es una actitud que debes mantener todo el tiempo.
Si cada vez que un empleado te ha propuesta una mejora tu reacción ha sido rechazarla, criticarla o burlarte de ella, estas reuniones serán un fracaso. Nadie propondrá nada si corre el riesgo de quedar en ridículo.
También es necesario contar con un clima laboral adecuado, que incentive a los empleados a trabajar en pro de la empresa, no sólo a beneficio propio. Si tus empleados odian su trabajo y sólo asisten a diario para poder cobrar su salario, no harán nada que no se refleje directamente en su cheque.
La mayoría de las metodologías proponen que las ideas sean propiedad del grupo, pero eso no significa que no puedas (o debas) contar con una política de reconocimiento de logros que incentive la creatividad.
Si un empleado propone un pequeño cambio, que podría ofrecer una disminución de los costes o en mejoras en la satisfacción de los clientes ¡Agradécele y Felicítalo por su aporte!
También agradece y felicita a quienes propongan mejoras adaptadas a las necesidades de la empresa.
En cuanto se decida aplicarla, se implemente o se cumpla algún otro hito importante, informa al resto de los empleados sobre la importante labor del grupo de innovación, llévalos a comer u ofréceles algún otro tipo de reconocimiento.
Innovación ≠ Originalidad
Aunque en el proceso se descubra que no se trata una idea original, sino que la conocieron en una empresa donde trabajaron con anterioridad, para tu empresa, la idea es innovadora.
Piensa que utilizar una idea que ya ha sido probada por otros, especialmente por uno de tus empleados, tiene muchas ventajas:
- Podrás documentarte sobre la metodología de implementación y los posibles beneficios e inconvenientes que se te pueden presentar.
- Será mas fácil encontrar en el mercado los productos y servicios que requieras para implementar las mejoras.
- Contar con una persona que conoce la idea de primera mano, te permitirá conocer detalles que no se encuentran documentados.
Atrévete
La mayoría de las innovaciones, incluso las mas exitosas, consisten en pequeñas mejoras a soluciones ya existentes, pero requieren de una mente abierta a todas las posibilidades para poder detectarlas.
Apple no inventó las pantallas táctiles ni los teléfonos inteligentes. Pero, actualmente, la mayoría de los teléfonos móviles están basados en el Iphone.
Cuando se ofreció por primera vez, muchos grandes hombres de negocio dudaron de su éxito, incluyendo a Steve Ballmer (CEO de Microsoft, una de las empresas mas exitosas y que mas ha invertido en I+D en la historia de la humanidad) quien se rió del concepto de teléfono sin teclado.
¿Has notado como han bajado las ventas de Blackberry? ¿Conoces a alguien que utilice algún dispositivo móvil con Windows 8? ¿Te acuerdas de Palm?
Estas empresas desarrollaron productos innovadores y muy exitosos. Cualquiera de ellas contaba con recursos mas que suficientes y un posicionamiento mas orientado al mercado masivo de «dispositivos ligeros» que Apple o Google. Pero, actualmente, su cuota de mercado conjunta no llega al 20%.
Confiaron demasiado en sus propios productos: Palm fue absorbida por HP en 2010. Microsof y RIM recientemente ofrecieron sus primeros productos capaces de competir con los nuevos líderes del mercado. ¿Será demasiado tarde?
¿Cuándo debo innovar?
Hoy es el mejor momento para desarrollar una estrategia de innovación en tu empresa.
Analiza distintas opciones y experimenta las que consideres viables. Aunque algunas fallen, el conocimiento y la experiencia ganados ayudarán a tu empresa a adaptarse a los cambios.
En un mercado en constante movimiento, la única estrategia que fallará con seguridad es quedarte quieto.
Excelente articulo, creo que las empresas por muy pequeñas que sean pueden innovar, siempre tomando en cuenta que lo que vale el valor agregado al cliente. Ya que sino no valdría la pena..!
Gracias por tu comentario Walter.
La innovación debe estar presente, siempre en lo personal y en la empresa, para diferenciarse de las competencias.
Excelente artículo.
Por su puesto Hernan. Gracias por tu comentario.